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FOTOS COLECCIÓN

COLECCION

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1975 -

Sevillanas '75

1Río Guadalquivir

Juan de Dios Pareja-Obregón / J. M. Moya

2Día de tentaero

Juan de Dios Pareja-Obregón / J. M. Moya

3De Córdoba y Granada

Juan de Dios Pareja-Obregón / J. M. Moya

4Sevillana, Sevillana

Juan de Dios Pareja-Obregón / J. M. Moya

5La Patrona de Huelva

Martín Vega / J. M. Moya

6De aquellos tiempos

Juan de Dios Pareja-Obregón / J. M. Moya

7Celos gitanos

Martín Vega / J. M. Moya

8Golondrinas sevillanas

Martín Vega / J. M. Moya

9Las tres morenas

Martín Vega / J. M. Moya

10De las liebres

Juan de Dios Pareja-Obregón / J. M. Moya

11Al pasar las carretas

Martín Vega / J. M. Moya

12El acebuchal

Martín Vega / J. M. Moya

Guitarras:
Manolo Sanlúcar
Isidoro Carmona

Arreglos y dirección musical:
Manolo Sanlúcar

Fotografía de Sevilla:
A. Palau

SINGLE (Sencillo, dos temas)

Sevillanas '75. Texto del reverso del LP

Sevillanas '75

Decir en Sevilla Puebla del Río (ese pueblecito de cal blanca donde nace la vieja marisma que llega hasta el mar) es recordar todo lo bello que encierra esa estepa de plata, donde brotan ante nuestros ojos unos venturosos verjeles nacidos bajo las rimas ocultas de nuestro limpio cielo.

En esta marisma sin igual, surtidos de armónicos contrastes, el cante por sevillanas derraman su gracia sin fronteras con su mensaje cascabelero sobre el río, la llanura y la brisa, dejando plasmada su huella musical en una senda de piñoneros caminos.

Nombrar en el Aljarafe sevillano a “Puebla del Río” equivale a decir ¡Duende!... “Duende” de la marisma, de la gracia, del suspiro, de la copla… “Duende” en sus campos en flor donde se sueña con la musicales notas que llevamos dentro.

“Puebla del Río” : Pórtico de coplas sobre el claro yunque de la primavera. De sus firmes raíces brotan con fuerza arrolladora, este maravilloso conjunto de Los Romeros de la Puebla famosos ya por toda la geografía universal. Los Romeros de la Puebla paladines de la vieja marisma, pasean victoriosamente por todas partes sus cantes por sevillanas. Sevillanas personalisimas creadas por ellos, en esos verjeles multicolores alfombrados de galopes marismeños, caballistas de tierra baja, tentaderos, donde los toros bravos conocen un juego de vida y de muerte, mientras se mira en el espejo esplendoroso que le ofrecen las aguas del Guadalquivir.

Juan de Dios Pareja-Obregón y Martín Vega Sanz